La industria minera cumple con leyes y normas para desarrollar esta actividad en armonía con el medio ambiente.

Las empresas mineras durante sus trabajos restauran los ecosistemas donde se asientan y adicionalmente se preocupan por reforestar las zonas aledañas a las operaciones.

Después de la industria forestal y el ejército mexicano, la minería es la que mayor número de árboles planta. En los últimos 7 años, la industria minera ha plantado 13.5 millones de árboles.

Dentro del personal minero, también se encuentran especialistas en biología e ingeniería ambiental.

En la industria minera se mantienen programas de rescate de especies en peligro de extinción como: el lobo gris mexicano, el águila real, el berrendo, el oso gris y la noa (agave). También promueven la producción de plantas mediante viveros para su cuidado y conservación.

La minería moderna utiliza agua en circuitos cerrados sin descargas. Algunas operaciones han incorporado plantas de tratamiento, que utilizan aguas negras de las poblaciones.

Otras empresas mineras incluso prestan el servicio de agua potable a las comunidades vecinas.

Durante la operación de la mina, se procura el uso de energías alternativas, como la solar, la eólica (del viento) y la hídrica (del agua).

Al término de las actividades mineras, se rehabilita el área procurando regresarla a sus condiciones iniciales. Esto puede tomar hasta 5 años, debido a que esta área permanece en observación hasta asegurar que el suelo, flora y fauna están restaurados.